En Playmoss inauguran sus playlists «Common People»: un nuevo espacio en el que diferentes prescriptores compartirán la música que escuchan en momentos «normales».
En Playmoss no tienen suficiente con alegrarnos cada viernes con su serie de playlists recopiladas por los mejores artistas musicales: sus «Good Fridays» se han convertido en la mejor forma de empezar el fin de semana gracias a las más sibaritas selecciones de musicón extraído de absolutamente todos los géneros que se te puedan pasar por la cabeza, siempre auspiciados por los maestros de ceremonias que más saben. Pero lo que decíamos: en Playmoss no tienen suficiente con los «Good Fridays«… así que ahora van a empezar a darle cañita brava a la «Common People«.
Así que pregúntate: ¿en qué puede consistir una serie de playlists amparadas bajo el paraguas del título «Common People«? ¿Un featuring de Jarvis Cocker desde la cocina de su casa francesa en la que no puede parar de molar? ¿Homanajes a Pulp de la mano de fans que tienen tatuada las letras de la banda en la piel colgante y sobrante de su entrepierna? ¿Playlists esquizos de fanáticas que tienen órdenes de alejamiento de varios kilómetros a la redonda del autor de «Disco 2000«? No te asustes, que no. Las nuevas «Common People» de Playmoss van a ser más bien un espacio en el que todo un conjunto de prescriptores provinentes de diferentes campos culturales (no necesaria ni estrictamente musicales) compartan selecciones de la música que escuchan cuando están haciendo cosas cotidianas, cosas que hace la gente corriente que no es Jarvis Cocker pero que mola lo más grande sin necesidad de ir poniendo órdenes de alejamiento por ahí.
Y, para empezar con buen pie, desde Playmoss han decidido que su primer «Common People» sea ni más ni menos que Òscar Broc, periodista que no debería necesitar presentación a día de hoy pero del que no nos podemos quedar sin decir que tiene una de las columnas más tronchantes e imprescindibles de los últimos tiempos: «Mueran Modernos» en good2b.es. Por su parte, Broc ha decidido dejar al descubierto los temarrales que escucha cuando pasea a su perro Dylan y, bajo el nombre de “Shit I listen to while I hang around with my BFF” («Mierda que escucho mientras estoy por ahí con mi mejor amigo«), le ha quedado una selección de hip-hop noventero que, hay que reconocerlo, consigue que te sientas muchas cosas… pero nunca gente común.