Clara Arévalo escribe estas poderosas palabras sobre el Día de la Mujer que, sin embargo, ayer no viste reflejadas en ningún otro medio de comunicación.
Ojalá os entre por la oreja una de esas hormigas que zombifican cerebros y os abra un mundo nuevo de conocimiento, empatía y espíritu de enjambre (las hormiguitas y las abejas tienen mucho de eso, las termitas también, pero son las primas raras…).
Bueno, como sea, que os entre esto que os acabo de decir y seáis capaces de analizar, asumir y triturar las tontadas que estáis soltando en las redes sociales con motivo del “Día de la Mujer“, porque:
1. Dais mucha vergüencita felicitando a las mujeres, así en general.
2. Se os ha de ir recordando cada dos por tres que hoy se CONMEMORA (verbo muy potente que casi nadie utiliza) la muerte de 103 obreras quemadas vivas en sus puestos de trabajo cuando defendían sus derechos laborales… Ahí es nada.
3. No somos lo más bonito del mundo. Lo más bonito de la creación / evolución son los gatetes y las mantis de mar. Nosotras somos simias, no diosas. Recordad que en los Panteones no tan solo hay Venus y Freyjas: también hay Kalis y Sekhmets… y no son nada amorosas.
Hoy se CONMEMORA (verbo muy potente que casi nadie utiliza) la muerte de 103 obreras quemadas vivas en sus puestos de trabajo cuando defendían sus derechos laborales.
4. No, no es este el día -ni lo es cualquier otro marcado en el calendario- para que nos recordéis que nuestras luchas no son nada en comparación con las luchas de las mujeres saudís o indias. Más que nada porque, si estamos mejor que ellas, es debido a que muchas de las nuestras se dejaron la vida para mejorar el futuro (del que ahora tan indignamente disfrutamos, según vuestra opinión de mierda).
5. Al primero/a que me diga que hay que defender los Derechos de las Personas en vez de los Derechos de Mujeres y Hombres por separado (¿?) habrá que recordarle que, hasta el año 1972, la ONU no cayó en la cuenta que habría que ir defendiendo a las mujeres, si eso. Me diréis: pero eso ya estaba contemplado en la Declaración de los DD.HH. de 1945… Pues se ve que no. Que, para ser considerado sujeto de tal protección, primero hay que demostrar que se es humano (y nosotras no lo hemos sido durante larguísimos siglos).
6. ¿Y el Día del Hombre? Cuando tengáis el cerebro zombificado por la homiguita esa, os daréis cuenta que pedir el Día del Hombre es igual de esperpéntico que pedir el Día del Europeo Colonizador en Sudáfrica.
Y ya me he cansado… Hay trillones de cosas a objetar. APA, Deusiau. [Clara Arévalo]