Björk ha cancelado su actuación en Paredes de Coura 2018… Y aquí van cinco motivos por los que mola lo más grande que el festival haya substituido su actuación por la de Arcade Fire.
“Debido a razones logísticas no previstas, lamentablemente Björk se ve forzada a hacer cambios en su próxima gira de verano. La actuación de Björk en Paredes de Coura ya no se realizará”. Con este escueto comunicado oficial servido por su agencia, el Paredes de Coura, cuya edición de 2018 se celebrará del 15 al 18 de agosto, transmitía que el concierto que la islandesa iba a ofrecer la última jornada como plato fuerte del cartel se cancelaba por motivos ajenos al festival portugués.
La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre los responsables del certamen, que esperaban cumplir el sueño que llevaban persiguiendo durante años de llevar a Björk al auditorio natural de la playa fluvial do Taboão. Y también sobre los asistentes, que deseaban disfrutar del espectáculo de la polifacética artista diez años después de su anterior aparición en Portugal.
Pero nada mejor que una reacción diligente y eficaz para solventar un contratiempo de estas proporciones. Eso fue lo que hizo la organizadora del Paredes de Coura en cuestión de horas evitando especulaciones y dudas al confirmar quiénes suplirían a Björk: Arcade Fire. Es probable que muchos, llevados por su relación de amor / odio con los canadienses, recibieran con tibieza este recambio, dado el sabor agridulce (más agrio que dulce) que dejó su último trabajo, “Everything Now” (Columbia, 2017). Aunque seguro que otros tantos pensaron que ha sido una decisión acertada contar con Win Butler, Régine Chassagne y familia.
Por nuestra parte, vamos avivar el fuego del debate exponiendo los cinco motivos por los que nos gusta que Arcade Fire vayan a ser, a priori, las estrellas del Paredes de Coura 2018…
1) Teniendo en cuenta la feroz competencia existente entre los festivales ibéricos a la hora de reclutar los nombres de relumbrón, Arcade Fire eran una de las opciones más apropiadas a estas alturas para compensar la decepción de la ausencia de Björk y encajar con las elevadas expectativas que genera al festival luso año tras año. La onda expansiva de “Everything Now” se ha extinguido, pero el Paredes de Coura ha demostrado con creces que no es necesario recurrir a la novedad inmediata para excitar al público.
2) Arcade Fire pasaron a los anales del Paredes de Coura gracias a su show, ya mítico, en la edición de 2005, cuando pisaban por primera vez tierras portuguesas. En aquel momento, su álbum de debut, “Funeral” (Merge, 2004), los había encumbrado como firmes candidatos a abanderar el rock alternativo del siglo 21, aunque la audiencia no se preocupaba por el futuro, sino que se dejaba llevar por las catárticas canciones y la incandescente actuación de una banda en plenitud que tendrá la oportunidad de refrescar aquel recuerdo y volver a inscribir su nombre con letras de oro en el libro de honor del Paredes de Coura.
3) Quien haya puesto sus pies, al menos una vez, en el verde anfiteatro a orillas del río Coura durante alguno de los grandes conciertos del festival sabrá que, cuando entran en sintonía los protagonistas que se suben al escenario y las miles de almas que hay ante ellos, se producen estampas verdaderamente mágicas. Suena a topicazo, pero que les pregunten, por ejemplo, a King Gizzard & The Lizard Wizard qué sintieron al ver la ladera repleta en 2016. O incluso a Kevin Parker, en 2015, antes de que Tame Impala explotaran definitivamente. Por lo tanto, la conexión con Arcade Fire, instalados en la cima, puede ser apoteósica.
4) El pop populista de “Everything Now” y el despliegue técnico de su gira posterior no cuajaron en vivo. De hecho, durante el verano pasado llamó la atención la incapacidad de Arcade Fire para llenar varios de los recintos por los que pasaron. Se constataba así que la descontrolada estrategia de marketing aplicada en torno al álbum había patinado. Sin embargo, no hay que descartar que el sábado 18 de agosto los planetas se alineen y los canadienses tengan un día inspirado y se olviden de fuegos artificiales para centrarse en lo más importante: sus canciones, tanto las más recientes -de las que se salvan un puñado- como las clásicas, convertidas en himnos del rock épico contemporáneo.
5) La última razón es la más personal: a veces se nos da por hacer de pitonisos e intuíamos que este año sería el del regreso de Arcade Fire a Paredes de Coura. Se daban las condiciones ideales y la posibilidad era real. Y nuestra bola de cristal acertó, a pesar de que al final sucedió debido a un giro del destino provocado por el vacío dejado por Björk. Con lo que volvemos al motivo número uno: no se nos ocurren sustitutos más adecuados que Arcade Fire. [Más información en la web del Paredes de Coura y en su Facebook]