Una cascada de luz que desciende a cámara lenta… No hay mejor forma de describir “Once Twice Melody”, la nueva cumbre de Beach House.
Así como se expande el universo constante y aceleradamente a partir del átomo primitivo, se ensancha la nebulosa en la que flotan Beach House desde su debut, “Beach House” (Carpark, 2006), el origen de su particular big bang. La gran diferencia es que la galaxia en la que Victoria Legrand y Alex Scally se mueven no avanza a la misma velocidad que el cosmos, sino que lo hace de un modo pausado dentro de unas coordenadas establecidas según reglas emocionales que dejan a un lado los dictados espacio-temporales.
En cada uno de los discos publicados por el dúo de Baltimore, ese hipnótico movimiento se manifiesta en forma de cascada de luz que desciende a cámara lenta, lo que permite que se contemple su belleza en todo su esplendor. Cada palabra cantada y cada sonido emitido se sienten con extrema suavidad. Esa es la visión que Beach House tienen del dream-pop y que han llevado al nivel de máxima excelencia en “Once Twice Melody” (Sub Pop, 2022).
La estrategia seguida por Victoria y Alex para publicar su octavo disco (el primero producido exclusivamente por ellos mismos) multiplicó el impacto de esa ultra-ensoñadora concepción musical al dividirlo en varias entregas: cuatro EPs convenientemente dosificados hasta completar un doble álbum que se ha erigido en la obra más ambiciosa de la pareja. Su predecesor, “7” (Sub Pop, 2018), fue un ensayo de lo que Beach House logran aquí, un hecho sorprendente dado su sobresaliente acabado. Pero “Once Twice Melody” lo supera gracias a que Victoria y Alex despliegan todas sus virtudes artísticas.
CAPÍTULO 1. PINK FUNERAL. Cisnes en un lago estrellado, corazones que fueron hechos para romperse. Beach House transitan desde su constelación hasta el fondo del alma para alcanzar el punto en el que surgen los sueños que, a veces, se convierten en cuentos de hadas. Sin embargo, estos se pueden truncar -por muy verdaderos que parezcan- y resultar amargos e inquietantes, tal como sucede en “Once Twice Melody”.
Para dar forma a estas cuatro primeras canciones, Victoria y Alex recurrieron a un dream-pop sinfónico caracterizado por arreglos de cuerdas reales que le otorgan aún más profundidad e incluso un aura siniestra. El tema inicial que da título al disco se muestra como una relectura hipnagógica de la chanson francesa (heredera de “L’Inconnue”, corte de “7”) que presenta a la Victoria Legrand más sugerente entre sintetizadores etéreos que se dilatan después en “Superstar”, quizá la pieza más pop de Beach House desde la época de “Bloom” (Sub Pop, 2012). La fantasía melancólica de este capítulo se remata con la triste y gótica “Pink Funeral” y “Through Me”, traducción sonora del término germánico Sehnsucht, una mística y romántica añoranza, un inconsolable anhelo.
CAPÍTULO 2. NEW ROMANCE. Eres alguien diferente, alguien nuevo. La fascinante narración que Beach House relatan en “Once Twice Melody” podría interpretarse como la historia de un amor que se va derrumbando hasta que desaparece por completo. A partir de un enfoque poético y delicado, Beach House expresan los desconcertantes, contradictorios y dolorosos efectos del proceso.
Por eso “New Romance”, el nuevo gran himno de Beach House, no es lo que parece. ¿Se trata del principio de un nuevo romance? No, de todo lo contrario: habla de su desintegración, de esos momentos en los que se toma consciencia de lo que sucede y se pierde el equilibrio entre arrebatos como el “I-L-Y-S-F-M” (“I love you so fucking much”) que Victoria pronuncia ante el inevitable desenlace. “Over And Over” lo certifica al activar una espiral de rumiación que gira sin parar en la cabeza a la espera de que, por sí sola, se apague.
CAPÍTULO 3. MASQUERADE. Sus ojos se enmascaran, se desvanecen a negro… como la oscuridad de la noche cuando se abre paso entre la luminosidad crepuscular de la puesta de sol. “Sunset” es la prueba de que en “Once Twice Melody” también hay sitio para que Beach House enseñen su lado acústico, perfectamente compatible con el corpus sintético de sus composiciones. Y también es una de las piezas que contribuyen a observar este disco como la catedral sonora de Beach House que concentra en su interior los diferentes prismas de su estilo.
Como el shoegaze tornasolado de pulso ágil, melodía memorable y estribillo épico de “Only You Know”, la cara B de “Superstar” que resume en dos frases lacerantes el espíritu de la segunda parte del álbum: “Cada desastre llega más y más rápido / Y todo el mundo dice que fue divertido mientras duró”. O el electropop de la intrigante “Masquerade”, hábilmente llevado al terreno de Depeche Mode. O el dream-pop vaporoso de “Illusion Of Forever”, reflejo de un espejismo que se difumina progresivamente. Nada es para siempre…
CAPÍTULO 4. MODERN LOVE STORIES. El final es el principio, el principio de un final. El último tramo de “Once Twice Melody” coincide con la sección más extraña del disco debido a su heterogeneidad. Es más, de algún modo, esta parte se podría desligar del resto al estar compuesta por piezas que se alejan de la solemnidad y la épica del grueso del conjunto: “Finale” suena terrenal, “The Belles” resulta bucólica, “Hurts To Love” hace contrastar su lírica agridulce con su ritmo juguetón y “Many Nights” se reduce a una suerte de nana minimalista.
Sin embargo, “Modern Love Stories” recupera los estilizados aires celestiales para poner el broche de oro a “Once Twice Melody”, plasmar el final definitivo de la historia que Victoria ha ido cantando a los largo de sus cuatro capítulos y mandar al espacio exterior, quizá para que encuentren la paz, esos corazones resquebrajados que palpitan dentro del álbum.
Así es cómo se guarda el infinito emocional en un disco, que se desarrolla cual cornucopia de sonidos oníricos y desbordantes de sensibilidad. Con “Once Twice Melody”, Beach House corroboran su condición de mejor grupo dream-pop desde Cocteau Twins, justo cuando se cumple en 2022 el 25 aniversario de su separación. Los reyes del género hace tiempo que tienen sucesores: Victoria Legrand y Alex Scally, un dúo sobrenatural. [Más información en la web de Beach House // Escucha “Once Twice Melody” en Apple Music y en Spotify]