Hace ahora casi un mes que ya nos rendimos ante el sublime rework que James Murphy realizó a partir del «Love is Lost» de David Bowie y con Steve Reich como faro guía tanto en la forma como en el fondo… En todo caso, si en aquel momento hubiéramos tenido que ponerle algún «pero» al remix (algo que no hicimos, porque como ya visteis le plantamos la etiqueta de TE-MA-ZO! sin dudarlo ni un segundo), hubiera sido su excesiva duración: diez minutos son perfectos si tienes el tiempo para meterte en esta experiencia en forma de espiral que va bajando cada vez más y más profundamente hacia el fondo de tu consciencia. Pero, evidentemente, ¿cómo conservar esa duración cuando lo que quieres es hacer un video y vender el temazo con un single que pueda ser radiado y que la gente quiera bajarse en el iTunes Store para tenerlo entre sus mp3s, no para escucharlo en un club (muy selecto)?
La única solución posible era, evidentemente, recortar. Y así ha ocurrido, tal y como puede apreciarse en este nuevo videoclip en el que «Love is Lost» pasa a tener una duración de poquísimo más de cuatro minutos. Fetén. La pieza audiovisual, además, es bastante impactante: empieza con Bowie en el lavabo mientras la oscuridad absoluta de la sala en la que está la cámara se ve vulnerada por las luces de una bola de espejos que gira y gira y gira. A partir de ahí, el surrealismo puro y duro: figuras de madera atrezzadas a lo Bowie sobre las que se proyecta la cara de Bowie cantando la letra de la canción. La cosa al final queda entre retro-nostálgica y puramente creepy. Pero, oye, al fin y al cabo, la propia música de David Bowie ha bordeado estas fronteras una y mil veces… ¿Verdad?