JOE CREPÚSCULO / Baile de Magos. Cuando le pregunté en su momento a Joel Iriarte que como era que no había hecho un disco de motorik como sus amigos Ana y David de La Bien Querida o los antiguos Pegasvs ahora Svper (que por algo Sergio Pérez es su wingman en los directos y en el estudio), él me respondió que a el lo que le gusta es el chumba chumba. Tal cual. También me dijo que no entendía por qué todo el mundo decía que utilizaba “cacharrería” cuando en su vida había tocado un Casio y que siempre utilizaba cacharros “buenos” en todos sus discos. Y es que, en su caso, a veces pasa que las ramas del rollo orquesta de pueblo y organillo con su cabra disipan el hecho de que Joe Crepúsculo se curra mucho sus discos y siempre pone en ellos tanto empeño como imaginación. “Baile de Magos” (Mushroom Pillow, 2013), por eso de que es una reivindicación del rollo bakala de los noventa, suena a disco sorprendentemente bien producido y hasta suenan a la perfección los pianos de orquesta rumana (en “Baile de Robots“, por ejemplo). Con esta premisa, el que quiera encontrar chumba chumba para mover la tibia y el peroné los encontrará en “Mi Fábrica de Baile” o en “Leyenda“, el auténtico hit de todo el disco en la que participa la mismísima Lourdes Russian Red, convertida para la ocasión en sacerdotisa del techno para antros de mala reputación. Pero como nos explicaba el mismo Joel en la entrevista que nos dio hace unos días, su sexto álbum es un disco de doble lectura: la evidente y más bailonga y otra más concienciada con el momento que nos ha tocado vivir. Y es que el tema nostálgico no solo está presente a nivel de reivindicación musical: Crepus aquí plantea dudas y cuestiones sobre los tiempos que corren -tecnificados, impersonales, urgentes… De ahí esos niños absortos en su móvil de la portada-: habla de noches perdidas, de generaciones perdidas, de la pérdida de la propia identidad… Así que, de nuevo, no permitamos que las ramas (del techno) nos oculten el bosque: “Baile de Magos” no es sólo el disco más hedonista de Joe Crepúsculo, sino que también es el más certero y maduro. Aunque por sus bombos fiesteros parezca lo contrario. [Estela Cebrián]