Barcelona 82 construyen el puente perfecto hacia su LP de debut con “Tribute to Drive”: cinco versiones de los temazos de la BSO del film de Ryan Gosling.
Mirad, si hace unas semanas le permitíamos a Zane Lowe que se marcara una frikada tan absoluta como una banda sonora alternativa para “Drive” con Chvrches y Foals entre muchos otros (proyecto del que te hablamos debidamente en esta noticia), ¿cómo no íbamos a permitirles a Barcelona 82 que hicieran lo que les saliera de la pipitilla con la BSO del film de Nicolas Winding-Refn? Al fin y al cabo, joder, son Barcelona 82. Podrían ser Barcelona 92 pero no, no lo son. Y la elección del año en cuestión no es nada casual: contra la hiperestilización de la modernidad cooltureta post-Olimpiadas, Barcelona 82 reivindican la realidad más canalla de la Ciudad Condal.
Y lo hacen a través de todo un conjunto de sonidos puramente synth a los que añaden toques de nu-disco, de electroclash bien entendido y de electropop sin postureo pero con toneladas de actitud. Eso es lo que ya pudimos escuchar en su EP de debut, el celebrado “The Light of Love“, y también lo que pudimos catar sobre el escenario después de que Barcelona 82 salieran victoriosos en el concurso Stage by Sony del pasado Primavera Sound 2014. Lo escucharemos también a su máxima potencia cuando el cuarteto lance su debut en largo, que llegará hasta nosotros durante la primavera del 2015.
Pero, como puente hacia ese esperado LP, Barcelona 82 han publicado su particular tributo a la banda sonora de “Drive“: un total de cuatro versiones que se atreven a mirar cara a cara a canciones que han acabado por ser iconos de nuestro tiempo como “A Real Hero” de College (de la que también incluye un “Extended Mix“), “Under Your Spell” de Desire, “Nightcall” de Kavinsky y “Telephone Love“. Puede que “Tribute to Drive” no ofrezca visiones laterales ni revolucionarias, pero lo que sí que hace es permitirnos soñar con cómo hubiera sido “Drive” si hubiera ocurrido en el Raval de Barcelona cuando era un lugar peligroso de verdad y no una trampa para turistas. Y eso no tiene precio.