Hacemos balance de esta tercera edición de My French Film Festival, que se podrá disfrutar en Filmin hasta el día 17 de febrero. Una cuidada y representativa programación del más nuevo cine francés no estrenado en nuestro país, que apuesta por jóvenes cineastas y operas primas. Excluidos sociales, banqueros furiosos, locutoras radiofónicas inestables, terroristas amateurs, jóvenes alocadas, cómicos fracasados y domadores de caballos… Un surtido de personajes e historias para todos los gustos. A continuación, nuestras recomendaciones y pareceres sobre algunos de los títulos más destacados del festival online. ¡Larga vida a My French Film Festival! ¿Preparados? On y va!
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DE BON MATIN. Paul se levanta una mañana cansado del mobbing al que se ha visto sometido en su trabajo como responsable en una entidad bancaria. Llega a su sucursal, entra en la oficina de su jefe y le pega un tiro a bocajarro. Sentado, esperando la llegada de la policía, repasa mentalmente los hechos que le han llevado a tomar esta violenta decisión. Amarga crónica que retrata un crack económico y psicológico, la caída en picado de un trabajador de mediana edad acosado por los nuevos jefes, hijos de ESADE y adalides de la productividad. Jean Pierre Darroussin protagoniza este drama intenso y doloroso que pone el dedo en la llaga a una situación que cada día nos es más cercana. Situaciones que llevan a la degradación tanto moral como física y a un constante bombardeo de la dignidad en pro de la dictadura de los mercados. Llena de destellos sin ser brillante, puede a ayudar a entender muchas cosas del sistema bancario. [Déborah Camañes] [7]
PARLEZ-MOI DE VOUS. Una exitosa locutora radiofónica que atiende cada noche las llamadas de sus oyentes, dando respuesta y consejos a sus problemas afectivos, se embarca en una búsqueda para acabar con ciertos fantasmas del pasado y donde azares, secretos y mentiras van a jugar un papel preponderante en el resultado final de su periplo. Agradable comedia dramática protagonizada por la casi siempre magnífica Karin Viard (“Delicatessen”, “Potiche”) -encarnando a Mélina, profesional exitosa pero maniática, inestable y con un bloqueo social de no te menees en las relaciones personales-, que puntualmente pierde algo de fuelle por eventuales salidas de tono (la última escena en el hospital es de un anticlímax lacerante) o por ciertas redundancias narrativas. Aun así, el debut en el largometraje de Pierre Pinaud es una obra en su conjunto apreciable y de regusto amargo, subrayado por esa deliciosa balada, muy a lo Keren Ann o Carla Bruni circa 2002 que es “Le Bonheur” de Berry sonando en los créditos finales. [David Martínez de la Haza] [6’5]
LOUISE WIMMER. Opera prima de Cyril Mennegun, “Louis Wimmer” retrata el día a día en la vida de una mujer en sus cincuenta que intenta sobrevivir y mantener las apariencias aunque lo ha perdido casi todo. Louise trabaja media jornada en un hotel, vive en su coche y se asea en lavabos públicos. No es una homeless pero no tiene hogar, y es por ello que está intentando conseguir una casa en las ayudas sociales. El carácter gatuno de Louise no ayuda: es arisca y desconfiada, pero jamás sabemos qué es lo que le ha llevado a tener esa actitud tan a la defensiva y, sobre todo, no sabemos cómo ha llegado a ese nivel de exclusión social. Su coche es su máximo tesoro: sin él no tendría casa, armario, ni transporte para ir al trabajo, por eso el espectador contiene angustiado la respiración cuando el coche le empieza a fallar. Con un estilo frío y documental, muy a lo Dardenne, destaca la interpretación contenida de Corinne Masiero, especialmente un baile catártico con “Sinnerman” de Nina Simone que lo dice todo. [DC] [6,5]