Aquí tienes seis diferentes lecturas (ficciones, ensayos e incluso cómics) para meterte de lleno en todas las facetas y niveles del feminismo.
Como ya hiciéramos el año pasado (en este otro artículo), hoy 8 de marzo os presentamos nuestra particular lista de lecturas feministas… Ahora, como entonces, abogamos por una lista heterogénea y diversa, nunca completa obviamente, pero a la que acercarse para aprender, reflexionar, empatizar o discutir con los puntos de vista en ella expuestos.
Siendo conscientes de la cantidad de lecturas sobre el tema, insistimos en el criterio personal de la selección, pero en ningún caso menos riguroso con la calidad de las obras seleccionadas. Proponemos un manual, un ensayo, una novela, un cómic, una conferencia y una caja miscelánea. Esperamos que os gusten.
FEMINISMO PARA PRINCIPIANTES, de Nuria Varela. Empezamos con una puesta al día, repasar conceptos, situar el movimiento y ponerle nombre y apellidos al mismo. Recientemente editado en formato cómic con ilustraciones de Antonia Santolaya, “Manual para Principiantes” de Nuria Varela responde a preguntas básicas tales como: ¿cómo y cuándo se desarrolla el feminismo como corriente de pensamiento, movimiento o revolución? ¿Qué son la primera, segunda y tercera ola? ¿Quiénes fueron esas mujeres (y algún que otro hombre) que alzaron la voz contra el orden establecido para señalar sus injusticias? ¿En qué momento se encuentra ahora el feminismo? Todo esto y más nos lo explica de manera amena y sencilla el que ya es un clásico de la literatura feminista en España. Pero, ojo, porque en su introducción nos lo deja claro: una vez que te pones las gafas violeta, tu manera de ver el mundo ya no volverá a ser la misma.
UNA HABITACIÓN PROPIA, de Virginia Wolf. Virginia Wolf hace 90 años se preguntó por la falta de libros escritos por mujeres en sus estanterías. Con el discurrir de la mente tan característico de su estilo, la escritora se pregunta qué es lo que se necesita para el proceso creativo y por qué entonces parecía estar solo al alcance de los hombres. Decidida a abordar este enigma, bajo el título “Mujeres y Ficción” en su cuaderno, se acerca a la librería del British Museum, pero allí solamente (¡solamente!) encuentra infinidad de obras escritas por hombres en las que argumentan página tras página sobre la inferioridad de la mujer. Es entonces cuando, en “Una Habitación Propia“, y con su gran capacidad de análisis y observación decide enfrentarse sola a esa tarea. Un clásico: breve, incisivo, perspicaz y enorme. El mejor de esta lista sin duda, sobre todo en cuanto a calidad literaria se refiere.
THE POWER, de Naomi Alderman. En un futuro cercano, las niñas nacen con un ovillo en la clavícula, una especie de músculo que produce electricidad, un poder peligroso y mortal si sabe cómo usarse. Las chicas jóvenes pueden despertarlo en las mujeres mayores, y vemos cómo esa electricidad que acaba de despertar va polarizando a la humanidad, se abre paso el miedo y la opresión. Esta distopia está lejos de recrear un mundo ideal regido por mujeres. De hecho, el tema central de la misma, tal y como su título reza, es el uso y abuso de poder y las diferencias que ello provoca. A modo de truco de magia, se invierte el orden de los factores en la jerarquía del poder y ya lo tienes: injusticias de género por doquier. Esta novela no nos habla del futuro, nos hace reflexionar sobre el presente que vivimos, nos pone frente al espejo página tras página, como siempre hace la ciencia ficción de la buena.
LA CAJA DE LAS REBELDES. La Caja Books edita 3 libros breves que reúne por su temática en una caja (aunque también pueden comprarse por separado): “Diccionario en Guerra” de Aixa de la Cruz, “El Regreso de las Modernas” de Nuria Capdevila-Argüelles; y “Nadia, Claudia, Raphaëlle” de Carles Fernández Giua y Eugenio Szwarcer. El primero es una confesión íntima y personal siguiendo las letras del abecedario: de la A a la Z, 27 palabras en una confesión personal y singular de lo que es el feminismo para la autora. El segundo es un ensayo que se dedica al tan necesario ejercicio arqueológico de rescatar del pasado aquellas voces disidentes femeninas que se alzaron contra un mundo hostil y que la historia las ha silenciado. El tercero, en cambio, son tres obras de teatro inspiradas en historias reales. La desobediencia y la rebeldía femenina como postura vital para cambiar el mundo. Una caja original y necesaria para despertar a la rebelde que todxs llevamos dentro.
LEDA RAFANELLI: LA GITANE ANARCHISTE, de Sara Colaone, Francesco Satta, Luca De Santis, Marie Giudicelli, Steinkis. Cambiamos de tercio y proponemos un cómic, creo que solo publicado en francés hasta la fecha. En él se repasa la vida de Leda Rafanelli, una intelectual italiana que vivió el movimiento obrero de finales del siglo XIX, sobrevivió a las dos guerras mundiales y la represión y persecución que sufrió por sus ideas durante el fascismo. Una mujer que se definía como feminista, anarquista y musulmana. A los 14 años, empezó a trabajar en una imprenta, y sería allí donde se forjaría su pensamiento político, por el que no cesó de luchar a lo largo de toda su vida, escribiendo y fundando varias editoriales. En un tono místico y con elegantes dibujos de gran efecto descubrimos la historia de esta fascinante mujer.
MUJERES Y PODER: UN MANIFIESTO, de Mary Beard. La erudita del mundo clásico toma dos conferencias que publica en formato libro en el que reflexiona la relación de las mujeres con el poder. Desde “La Odisea” a personajes de hoy día como Hilary Hilton, vemos “los fructuosos intentos no solo por excluir a las mujeres del discurso público sino también de hacer ostentación de esta exclusión”. Beard reflexiona sobre cómo hemos creado esa voz de autoridad desde la antigüedad, y pone múltiples ejemplos que, a pesar de parecernos algo muy lejano en el tiempo, está presente en muchas manifestaciones de la misoginia en nuestra cultura. La conclusión es clara: “No es fácil hacer encajar a las mujeres en una estructura que, de entrada, está codificada como masculina: lo que hay que hacer es cambiar la estructura”. No hay más ciego que el que no quiere ver.