Que me perdone Dios o quien quiera que sea el que esté al cargo (Francisco I, Messi… no sé) por decir esto, pero Justin Timberlake está de moda. Y aunque esta sea una de las expresiones más cursis que se puedan decir (¿qué somos, Divinity?), nadie puede negar que ahora mismo es una sentencia cien por cien cierta. Y es que, después de siete años dando vueltas por ahí y por allá, dejándose ver sobre todo en el cine y haciéndose de rogar sobre todo en lo musical, Mr. Timberlake ha sabido cascarse el mejor comeback de lo que llevamos ¿de década? ¡Que me aspen si no es así! Lo certifica ese alucinante “The 20/20 Experience” al que no solo nos hemos rendido nosotros, sino también el resto del planeta. Al final va a resultar que, además de guapo, es (muy) listo.
Así que preparaos para encontrar el nombre del ex de Britney Spears hasta en la sopa, porque nos arriesgamos a decir que JT es el único capaz de desbancar al Ryan Gosling post “Drive” del trono de “chico perfecto que todas queremos como novio y nuestras madres como yerno“, al que nuestros respectivos seguramente acabarán odiando (no por nada, sino por lo cansinas que podemos llegar a ser) y del que todo gay piensa que ojalá él le enseñara el buen camino (hacia la parte de atrás o el cuarto oscuro, if you know what I mean). Y es que lo tiene todo: sabrosura, carisma, simpatía, está más bueno que un queso y, sobre todo, mucho, mucho estilo. Un estilo propio que se ha labrado a lo largo de toda su carrera profesional y que se fundamenta en una cosa: aprender de sus errores (y en la carrera de estilismos de Justin hay unos cuantos) y añadir un toque personal a cualquier look. Gracias a esto, hoy puede presumir de ser uno de los hombres más sexis sobre la faz de la Tierra y de tener un estilo que POR FAVOR os pedimos que imitéis sin reparo. Aquí os dejamos algunas claves para salir airosos.