Happy Socks abre una tienda pop-up justo en el barrio del Born de Barcelona… Vamos, que te va a solucionar gran parte de las compras de regalos navideños.
¿Qué es lo típico que te regala tu abuela por Navidad cuando no sabe qué regalarte (o cuando, directamente, quiere aprovechar el día para así tener tiempo de tomar su cafetito con churros con sus amigas y acaba comprando el mismo regalo a todos sus nietos)? Está clarísimo, ¿no? ¡Calcetines! Lo jodido es que a una abuela no puedes pedirle que tenga buen gusto o que salga de sus parámetros estéticos abueliles, así que tienes que conformarte con lo que ella considera que te vas a poner más: los sempiternos calcetines negros térmicos de toda la vida.
Al final, esos calcetines acaban en un cajón y nunca más se supo… Pero eso es porque las abuelas del mundo necesitan conocer marcas como Happy Socks. ¿No les solucionaría la vida conocer que existen firmas como esta sueca que se dedican a realizar calcetines bonitos, modernos, divertidos, elegantes y ultra-cómodos? Seguro. Además, se volverían loquers totales si se enteraran de que a Happy Socks le encanta abrir tiendas pop-up en las ciudades europeas más destacadas durante estas señaladas fechas de compra de regalos. Más todavía: que Happy Socks acaba de abrir un pop-up store en pleno centro de Barcelona.
Así que abre el Google Maps y quédate con su localización: la nueva tienda pop-up de Happy Socks ha abierto sus puertas en el número 32 de la calle Rec, justo en pleno barrio del Born. La inauguración fue el pasado 6 de noviembre y podrá visitarse hasta el próximo 7 de enero (¿existen fechas más convenientes?), siempre en un horario de 12h a 21h de martes a sábado y de 12h a 19h los domingos. Allá puedes encontrar todas las colecciones de la firma para hombre y mujer, tanto de calcetines como de ropa interior, pero también calcetines para niños e incluso la reciente colaboración Happy Socks x Snoop Dogg. ¿Nuestra recomendación? Que cojas a tu abuela, le propongas dar un paseo del Born y la lleves hasta el pop-up store de Happy Socks como quien no quiere la cosa. Ella te lo agradecerá, y tu armario también.