Imagina una realidad paralela en la que Marvin Gaye y Bee Gees formaran un súper grupo en pleno siglo 21… A eso suenan precisamente Jungle.
[dropcap]¿[/dropcap]DE DÓNDE SALEN? Del oeste de Londres. Allá crecieron puerta con puerta dos niños que pasaron a ser dos adolescentes y, más tarde, dos hombres que, detrás de las letras J y T, decidieron crear algo así como una banda llamada Jungle. Y si digo que es “algo así” como una banda es porque nadie sabe exactamente qué está pasando aquí: ¿J y T lo hacen todo? ¿Hay otros músicos? ¿Son treinta mil personas? ¿La gente de las fotos de promoción de Jungle tienen algo que ver con los miembros de la “banda”? ¿Hemos visto ya a J y T en alguna de estas fotos y no nos hemos enterado? Demasiadas preguntas, nada de respuestas. Lo jodido es que, en los tiempos que corren, ya empezamos a estar un poquito cansados del rollito “soy un tipo súper misterioso y no pienso decir quién soy porque quiero que lo que hable sea mi música aunque en verdad soy un poco attention whore y esta es la mejor forma de que la gente me haga caso ya que si saliera yo en las fotos con pinta de paleto to the max no me iba a seguir ni el tato“… Y, sin embargo, Jungle han conseguido que nada de este deja-vu nos importe y que nos lancemos a bailar como si no hubiera un maañan temazos como “Platoon“, “Busy Earnin‘” o ese himno destinado a vapulear el verano del 2014 que es “Time“.
[dropcap]N[/dropcap]OS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Sus vídeos han aliviado por completo la tensión provocada por el hecho de que Jungle no tienen una cara (o dos) para hacer eso precisamente: dar la cara. En los clips de “Platoon“, “The Heat“, “Busy Earnin‘” y “Time” sólo aparece gente bailando: un niño (del diablo) en el primero, dos colegas en el segundo, un grupo de hipsters en el tercero y, finalmente, un par de señores (que son lo más grande) en el cuarto. De esta forma, lo que consiguen J y T desde las sombras (o no… ¿te imaginas que son los dos señores? ¿O los dos colegas?) es construir un imaginario concreto y fascinante sin necesidad de ser ellos el centro de ese imaginario. Aun así, el mencionado imaginario no es lo que más fascina en Jungle: lo que fascinan son esas canciones donde Marvin Gaye parece darse la mano con los Bee Gees y, pese a todo, sonar a puro siglo 21. ¿Cómo lo hacen? Ni repajolera idea. Lo importante es que la mezcla es más efectiva que juntar Coca-Cola Light con Mentos. ¡Boooooomba!
[dropcap]P[/dropcap]REDICCIÓN DE FUTURO. Las elucubraciones entorno a la identidad de J y T continuarán hasta el infinito y más allá… Aunque lo cierto es que a la mayor parte de nosotros hace tiempo que nos ha empezado a dar igual si detrás de Jungle se encuentran dos londinenses jovencitoso o viejos, dos marujas de extrarradio o el fantasma de Lady Di y Bob Marley folleteando en el tube londinense. Lo importante aquí es que J y T acaban de lanzar su debut en largo, titulado “Jungle” (XL, 2014), y que los rumores que decían por ahí que este dúo se convertiría en el hype más grande del 2014 va camino de confirmarse en mucho más que un rumor: en una pura realidad. ¡Ah! Y hay otra cosa que no sé si es una predicción o un deseo de futuro: espero que hayan muchos más videos de temas de Jungle con gente tan carismática bailando.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Bee Gees + negritud de verdad + Marvin Gaye + siglo 21 = Jungle
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MIRA. “Time”