Pongamos en su sitio a Tillie Walden… Y hagámoslo a partir de dos cómics que se han publicado este mismo año 2022: “El Final del Verano” y “Sola en el Espacio”.
El periodismo cultural actual se muestra especialmente obstinado a la hora de crear un vistoso paquetito en el que meter a todo un conjunto de nuevas autoras de cómic para dejar bien claras dos cosas: 1. Que el mundo de cómic está a la par de otras artes en las que se está haciendo lo mismo y 2. Que el periodismo sigue siendo relevante a la hora de ordenar la actualidad, resignificarla y clasificarla debidamente. ¿Dónde está el problema en esta obstinación? En que ya no opera.
Y es que ya hace mucho tiempo que la obsesión del periodismo con las etiquetas se demostró totalmente inane. Más todavía cuando se pretende que todo un conjunto de nuevas autoras se relacionen las unas con las otras tan solo por el hecho de ser mujeres. Basta ya de estas simplificaciones. Cada caso merece ser analizado dentro de sus propios límites… Y, si digo todo esto antes de meterme en faena, es precisamente porque odio ver cómo ciertos artículos hablan de Tillie Walden como parte de una especie de Nueva Ola Femenina que existe más como clickbait periodístico que como fenómeno verídico.
Porque lo de Tillie Walden es como sus propias novelas gráficas: un mundo alienígena que se rige bajo sus propias reglas y que se expande en exhuberantes pliegues con diversas capas de sentido. Solo hay que atender a su carrera para advertirlo: puede que debutara con la colosal “Piruetas“, su obra más “clásica” si la valoramos dentro de unos parámetros de cómic tradicional, pero fue precisamente en “En Un Rayo De Sol” donde dio el do de pecho al desplegar un imaginario original en el que la ciencia ficción es tratada con las herramientas de ese costumbrismo que juega con las emociones a flor de piel.
Después llegaría “¿Me Estás Escuchando?“, su último trabajo hasta la fecha y también una especie de bajada a la Tierra después de la aventura cósmica que supuso “En Un Rayo De Sol“. Lo interesante es que, en este mismo 2022, la editorial La Cúpula (encargada de traer hasta nuestro país todas las obras mencionadas anteriormente) ha publicado dos tomos centrados en la Walden anterior a “Piruetas“: “El Final del Verano” (que llegó a las tiendas a principios de año) y “Sola en el Espacio” (que salió de imprenta en el mes de octubre).
Dos excusas perfectas para poner en su sitio a Tillie Walden.
El Final del Verano
Además de dibujante, James Sturm es el fundador del Center for Cartoon Studies en el que estudió Walden. En el prólogo de “El Final del Verano“, es él quien explica que, como todos los alumnos del centro, Tillie debía terminar su primer año con un proyecto de seis semanas que tuviera un final abierto. Sturm acabó enamorado del cómic de la alumna… Pero quedó más sorprendido todavía al saber que, además de ese proyecto de final de primer año, ella había estado trabajando en un proyecto mucho más ambicioso.
Ese proyecto era “El Final del Verano“, una novela gráfica que apuesta por el expresionismo poético y por el realismo mágico para articular una historia en la que Tillie Walden vierte muchas de las que serán las constantes y obsesiones que la acompañarán en los próximos años y obras. La primera página del tomo, de hecho, incluye una sentida dedicatoria: “Dedicado a mi hermano mellizo“. Y, viendo lo que hay en el interior del cómic, no es difícil intuir que la autora vertió en esta obra primeriza gran parte de su propia biografía.
“El Final del Verano” narra la historia de una familia aristocrática que se encierra en un gigantesco palacio para pasar el invierno (y, ojo, porque aquí Walden empieza a volar libre cuando deja caer como quien no quiere la cosa que el invierno dura tres años). El protagonista, Lars, lucha con una enfermedad a sabiendas de que la batalla está completamente perdida. A su alrededor se arremolinan el resto de miembros de la familia, entre los que destaca una hermana melliza que no tarda en perder la cabeza ante la presión del encierro. No será la única.
Anidado en el corazón de su misterio y su engañosa simplicidad, el principal tema de “El Final del Verano” trasciende la fantasía para acertar en el centro del corazón del lector: habla de infancia, de familia, de la necesidad pero dificultad de establecer lazos con la gente que amamos… De lazos de sangre que son como una red de seguridad pero que también pueden ser cadenas que aprieten y ahoguen.
Es una temática que planeará por encima del resto de obras de Walden, de la misma forma que en estas páginas ya aparecen algunas de las constantes visuales que seguirá explorando más adelante, como la conexión de los protagonistas con grandes animales (aquí gatos, otra constante de Tillie) o la omnipresencia de arquitecturas magnánimas. Y esto es tan solo un aperitivo del festín que la autora estaba preparando.
Sola en el Espacio
Porque solo con el nombre de “festín” puede definirse un tomo como “Sola en el Espacio“, que recopila dos historias largas previas a “Piruetas” y todo un conjunto de historias cortas que Walden realizó de los 16 a los 20 años (la más antigua es de 2013 y la más reciente de 2018). Y es que un festín debe incluir sí o sí una variedad suficiente de platos como para satisfacer la curiosidad y el apetito del comensal… A la vez que intenta que cada plato no se cierre sobre sí mismo, sino que se abra a formar parte de algo más grande y coherente.
Los platos de “Sola en el Espacio” ayudan a entender mejor la obra de Tillie Walden. A todos los niveles. Para empezar, a un nivel argumental y emocional, obviamente, ya que aquí están comprimidas las grandes temáticas que se verán en obras posteriores como los primeros amores lésbicos, la soledad, la dificultad de conectar con otras personas, la tristeza como modus vivendi, la melancolía como modus operandi, la tensión entre la necesidad de cultivar el espacio privado y de habitar un espacio público junto a personas afines…
Pero también ayuda a entenderla a un nivel más abstracto, porque es en la abstracción donde los autores construyen sus imaginarios. En estas historietas ya encontramos todos aquellos rasgos identitarios de la visión de Walden. Aquí está su obsesión por la arquitectura, que se revela tan importante en “Me Encanta Esta Parte“, donde las protagonistas ven cómo su relación amorosa las convierte en gigantes que dominan el paisaje a su alrededor. También está su capacidad para la digresión sci-fi costumbrista que se plasma sobre la página sin deber explicaciones: los mundos de Tillie se despliegan con naturalidad, sin explicarse a sí mismos, y es en esa mezcla de misterio y organicidad donde fascinan y enamoran.
Y claro que están los animales de grandes dimensiones que salvan la vida de sus dueños proporcionándoles un enlace emocional en medio de un mundo hostil. Obviamente está el uso del color de forma expresionista, ya sea en forma de duotono o en tratamiento digital que se pasa por el forro la regla de los complementarios para establecer combinaciones de colores que parecen caídas del espacio exterior. Y sería una locura que Tillie Walden no mencionara de forma directa, intencional y literal a todas las referencias que bullen en sus cómics, desde Ghibli a “Little Nemo en Slumberland“.
Dicho de otra forma: “Sola en el Espacio” es una verdadera waldenpedia que ayudará por igual a los recién llegados al mundo de la autora (para entender mejor lo que leerán después) y a los que hace tiempo que ya son fans (para ayudarles a comprender de forma más profunda la identidad autoral de Walden). Sea como sea, lectura obligada.
¿Cuál es el lugar que le corresponde a Tillie Walden?
Volvamos al principio de todo. Y es que este ejercicio enciclopédico de La Cúpula al publicar “El Final del Verano” y “Sola en el Espacio” ayuda no solo a comprender mejor el imaginario único de Tillie Walden… Sino que, sobre todo, ayuda a posicionarla en el lugar que se merece dentro del panorama comiquero actual. Un lugar que nada tiene que ver con el corsé de la Nueva Ola de Autoras, porque ese es un concepto erróneo en sí mismo.
Es más bien un lugar en un panorama comiquero sin restricciones y en su totalidad. Walden es, más que probablemente, una de las voces más interesantes, estimulantes y originales de la nueva generación de autores de cómic. Le han bastado tres grandes obras, prologadas por los dos tomos comentados en este artículo, para establecer las bases de un universo a la vez libre y reconocible que ha sido capaz de conectar con el lector del siglo 21 de una forma emocional y casi atávica que muchos autores con más carrera a su espalda están siendo incapaces de concretar en pleno año 2022.
Así que, venga, pongamos en su sitio a Tillie Walden. Y su sitio no es otro que en lo más alto del cómic contemporáneo. Así. Hablando en grande. [Más información en la web de Tillie Walden y en la de la editorial La Cúpula]