Es obvio el resurgimiento que está experimentando en nuestro país el folk de tintes más clásicos… En un principio fue Russian Red la precursora de esta nueva corriente con un disco que encandiló a muchos adolescentes con ansias de historias tristes de amor y desengaño (a lo Laura Marling en Inglaterra), pero rápidamente se vio acompañada de una serie de artistas que imitaban esta formula con mayor o menor acierto pero que no dejaban de repetirse en sus argumentos: Anni B Sweet, Alondra Bentley o Boat Beam podrían ser algunos ejemplos. La diferencia de todos los mencionados con The Bright, sin embargo, es que estos últimos no se estancan en esa fórmula tan desgastada: en su camino por el folk de manual se permiten visitar a los grandes clásicos de la escena americana, lo cual se traduce tanto en destacados momentos íntimos como en (contados) arrebatos eléctricos. Cambios de registro que, sinceramente, se agradecen en un trabajo de estas características.
Aunque presenten ahora su primer largo, “Soundtrack for a Winter’s Tale” (Subterfuge, 2011). la pareja que forman Miryam Gutiérrez y Aníbal Sánchez no es para nada nueva en este mundillo, pues ambos vienen de proyectos previos en otras bandas. De cualquier forma, no fue hasta el año pasado que empezamos a oír de ellos cuando Subterfuge les publicó su EP homónimo de debut, “The Bright” (Subterfuge, 2010): cuatro preciosas canciones que dejaban entrever por dónde irían los tiros para un futuro, un futuro que se ha convertido en presente. El resultado final no podía resultar más convincente, y la sensación general es que han cumplido con las expectativas creadas con su EP hace unos cuantos meses. No hay temor posible al afirmar que las han cumplido porque han conseguido trasladar la magia que contenían sus primeras canciones a un trabajo sólido, más completo y variado, formado por once piezas además de una interpretación de “Cowgirl in the Sand” de su adorado Neil Young, dato que puede ayudar a los más despistados a situarse dentro de la música que esta pareja propone.
Comienzan con “Soundtrack”, tema que destaca por una preciosa mandolina y que funciona como perfecta introducción de lo que nos espera en los próximos cuarenta minutos: acústicas, ukeleles, banjos, cuerdas y algo de electricidad, todo ello siempre apoyando la preciosa voz de Miryam; la misma que destaca en “Waving Flag (Outside)”, otra delicada pieza con cierto aire melancólico en la que nos recuerdan a contemporáneos como Beirut o los franceses Cocoon. La rockera “Your Private Garden” es un temazo, una composición enérgica con madera de hit; ya sea por esos alegres acordes de guitarra con los que comienza, por esos riffs tan americanos que se marca Aníbal o por la sección rítmica… Sea lo que sea, engancha desde la primera escucha. Y así podríamos seguir la mayor parte de las canciones: la dulzura de “Coffee and Wine”, “Odd Towns” (presente en el EP pero arreglada para la ocasión) o la tremenda “Losing Your Way”, en la que ellos mismos referencian a Lucinda Williams.
“Soundtrack for a Winter´s Tale” es un debut notable de uno de los grupos con más proyección de nuestro territorio, y supone una banda sonora ideal para despedir este largo invierno: un interesante tratado de música de raíces americanas que incorpora elementos principalmente del folk, además de matices country e incluso algo de psicodelia por momentos, y que termina cosechando un resultado que nos permite, una vez más, pronunciar esa frase tan tópico que aplicamos con cierta frecuencia a bandas nacionales: “Ay… Si fuesen británicos”. Ahora, a descubrir cómo se defienden en directo.