Hanmouth es una bonita localidad costera (e inventada) del oeste de Inglaterra. Una bella zona suburbiana en la que conviven jubilados adinerados que se trasladan a vivir a ella por su tranquilidad y armonía y nuevos ricos que lo hacen movidos por la regeneración del pueblo y sus comercios locales. En Hanmouth hay casas restauradas, una tienda especializada en quesos, cafés y pubs. Es una suerte de hipsturbia británica donde la gente se sonríe y el que llega nuevo se tiene que esforzar por obtener el beneplácito de sus vecinos. Pero, como pasa en todas partes, Hanmouth también tiene su zona deprimida, de donde desaparece una niña de ocho años. El tranquilo pueblo se sacude con este hecho y, como es de esperar, la aparente tranquilidad de los vecinos se ve cercenada y la paranoia se instala en sus calles junto a las furgonetas de los medios que quieren dar cobertura del hecho. Se instalan cámaras, la gente se vuelve loca y todos miran con recelo al de al lado: puede haber sido cualquiera.
“El Rey de los Tejones” es el sexto libro de Philip Hensher, considerado como uno de los mejores novelistas británicos del momento, y el primero que se publica en nuestro país (y viene de la mano, cómo no, de la mano del elegantísimo catálogo de Libros del Asteroide). En él el autor se sirve de un hecho traumático (la desaparición de una niña de familia pobre) para poner de relevo un montón de tics y paranoias del mundo en que vivimos: la obsesión por el control de la sociedad, la ausencia de privacidad, la hipocresía de las clases más adineradas que viven de espaldas a los necesitados que viven un par de calles más abajo… Y todo con un estilo rápido, veraz y muy directo que se sustenta en los diálogos (dicen de él que es uno de los mejores dialoguistas de hoy en día). Hay quien afirma que ya es uno de los libros del año, por aquí no tardaremos en echarle un ojo y comprobarlo.