¿Crees que sabes lo que es la «street food» de verdad? Respondemos nosotros: no, no lo sabes. Pero, por suerte, puedes saberlo gracias a Hawker 45.
«Street food» son dos palabras que se han filtrado en lo más profundo de nuestra cultura en los últimos años… Y, sin embargo, es de vital importancia que empecemos a poner las cosas en su sitio y admitamos que, sin embargo, no tenemos ni repajolera idea de lo que la verdadera «street food» es. Por mucho que desde las diferentes medios de comunicación gastronómicos nos hayan vendido múltiples guías para entender la «street food» de nuestras ciudades e incluso para exprimir todos los «food trucks» que nos queden más cerca, aquí hay que reconocer que, como decía aquella, «You know nothing, John Snow«.
Para empezar, resulta que la mayor parte de las ciudades de nuestro país simple y llanamente no tienen el marco legal necesario para que el concepto «street food» haga honor a la primera palabra de su nombre: «street«. Es un hecho: la comida callejera es ilegal en la mayor parte de nuestras ciudades, así que al final nos tenemos que conformar con ferias y demás mandangas que nos ofrecer una ilusión de «street food«. Así que, si al concepto de comida callejera le quitamos las calles, ¿qué nos queda? Un simulacro. Y también la imposibilidad de que el concepto medre y evolucione adecuadamente.
Hay, sin embargo, otros países en los que la «street food» ostenta no solo una larga tradición, sino también un marco legal y social que la abraza… Y es en esos países en los que deberíamos empezar a investigar y explorar para entender realmente en qué consiste un fenómeno tan orgánico como la «street food«. Países como, por ejemplo, Singapur, Korea, Brasil, Indonesia o Filipinas. Y si crees que esta es una selección totalmente al azar, te equivocas: es una selección que recoge alguna de las referencias geográficas de las que la cocina de Hawker 45 extrae algunos de los deliciosos platos con los que sí que ofrece una visión real de lo que es y debe ser la «street food» genuina.
De hecho, el propio nombre de Hawker 45 remite a la comida callejera, ya que un «hawker» es precisamente un espacio al aire libre típico de Singapur que sirve a un doble propósito: ofrecer platos que capturen una variedad muy amplia de tradiciones culinarias marcadamente étnicas y servir de centro social. Esas son las coordenadas gastronómicas (y para qué vamos a negarlo, también emocionales) de las creadoras de este nuevo restaurante barcelonés creado por Laura Freedman (estadounidense) y la chef Laila Bazham (hija de filipan y brasileño) y situado en el número 45 de la calle Caspe, justo a medio camino entre dos zonas tan privilegiadas como el centro de Barcelona y el cada vez más burbujeante Arc de Triomf. Allá se encuentra un local amplio de tonos blancos y rojos en el que siempre puedes sentarte en la zona de las mesas, pero que guarda su verdadera diversión para la barra desde la que divisar todas las preparaciones.
Ahí está el arte de Hawker 45: en las preparaciones, en su capacidad para ofrecer platos que funcionarían perfectamente en la calle pero que, al servirse aquí, en esta barra, te ayudan a entender un poquito mejor qué se debe sentir al disfrutar de la verdadera «street food«. Lo mejor en este caso es enfrentarse a la carta con la mirada limpia y admitiendo que, al fin y al cabo, no vas a conocer los nombres de la mitad de los platos: ponte en manos del camarero para que te explique en qué consisten las exquisiteces del día… y elige sabiamente un conjunto de platos que te ofrezcan una panorámica colorida de los sabores del Hawker 45. Eso sí: si ves en la carta algunos imprescindibles como los buns de softshell crab, el kinilaw o el adobo filipino, no lo dudes.
Ah, y para ir cerrando, una última apreciación: si crees que la jugada del Hawker 45 consiste en coger la «street food» de Asia y Sudamérica y ponértela en un plato a precio de oro, te equivocas. Los precios son mucho más que competitivos, e incluso tienen fórmulas maravillosas como el menú degustación de noche (con seis platos maridados con cócteles o cerveza artesana por el módico precio de 35 euros) o el menú de mediodía (por tan solo 12 euros). Así que ya sabes: si no quieres que nadie pueda decirte lo de «You know nothing, John Snow» al respecto de la «street food«, tu próxima parada gastronómica en la ciudad de Barcelona debería ser el Hawker 45. [Más información en el Facebook de Hawker 45]