La nueva campaña de Gucci ocurre en un universo tan fantástico que la firma ha tenido que pedirle al pintor Ignasi Monreal que lo ponga sobre el lienzo.
Lo de Gucci se ha ido saliendo de madre de una forma tan extrema últimamente que solo quedaba una salida: abandonar por completo la realidad. Al fin y al cabo, desde que Alessandro Michele entrara en la firma como director creativo, las apuestas se han ido subiendo en lo que a «fantasía» se refieren: primero llevando al extremo el universo quirky de Wes Anderson y, la temporada pasada, incluso demostrando que los modelazos de Gucci quedan bien incluso sobre personajes de un delirio sci-fi retro (si no sabes de qué te estamos hablando, mira la anterior campaña en este otro artículo).
Así las cosas, si Michele quería llevar la «fantasía» un nivel más allá, solo quedaba una salida: renegar de la realidad y recurrir a un pintor para que formalizara sus mundos fantásticos sobre el lienzo. El elegido ha sido precisamente un español: el pintor Ignasi Monreal, que para la ocasión se ha marcado todo un conjunto de retablos pictóricos hiperrealistas poblados de bellos modelos vestidos con ropa de Gucci, claro… Pero, ojo, porque son seres que pueden no ser humanos, sino caballeros andantes y princesas, meninas y sirenas o incluso híbridos con cuerpo de león y cabeza de mujer. Ahí queda eso.
Resulta interesante observar cómo Monreal alude directamente a todo un conjunto de obras pictóricas clásicas como «El Jardín de las Delicias» de El Bosco, la «Ofelia Ahogada» de Millais, «El Sueño de la Razón Produce Monstruos» de Goya y otras referencias a diferentes Venus o incluso a los Arnolfini de Jan van Eyck. Pero lo interesante de todo este tinglado, sin embargo, sigue siendo lo fundamental: que esto es una campaña de Gucci y que, por lo tanto, todas estas maravillas están puestas al servicio de una colección fascinante y de un imaginario, el de Michele, que no deja de crecer. [Más información en la web de Gucci]