Hacía tiempo que nos marcábamos una nueva entrada de nuestra sección FPApps… Pero que nadie se asuste, porque no la habíamos dado por finiquitada. Ni mucho menos. Ahora volvemos con fuerzas renovadas y con aplicaciones a espuertas. Prepárate, porque hemos empezado el año 2012 con ganas de darle caña a vuestros iPhones y a vuestros iPads. Y más ahora que parece que si no tienes un iPad no eres nadie (aunque dejadnos que os digamos que eso de llevar el iPad para hacer fotos en desfiles y sitios turísticos es, simple y llanamente, una horterada).
1. Yelp. Si, como nosotros, eres adicto a la web de Yelp, está claro que no vamos a tener que venderte la moto para que traslades lo mejorcito del site a la pantalla de tu iPhone. ¿Que estás en un sitio desconocido de tu ciudad y no sabes qué sitio elegir para comer? ¿Que vas a ir a una tienda que acabas de descubrir pero quieres referencias? ¿Que quieres encontrar rápido el teléfono de ese restaurante que te encanta para hacer una reserva? Para todo esto y mucho más, Yelp. Aunque, por el contrario, si no eres adicto a la web de Yelp todavía, lo único que podemos hacer es advertirte: una vez entres en esta comunidad, no vas a querer salir de ahí. Así que, fans o no fans, todos con la aplicación de Yelp en el iPhone ya.
2. Koubachi. Vale, lo de las apps está llegando a un nivel absurdo: ya no sabemos si la especialización a la que están llegando es algo útil o absurdo. Sea como sea, Koubachi nos parece utilisimo: una aplicación en la que tienes una terraza virtual en la que vas poniendo tus plantas (una reproducción de las tuyas de verdad) para que te vaya avisando de cuándo necesitan agua. Al principio cuesta un poco: tienes que ir informándole al programa del ciclo de riego de la planta. Pero una vez ya está superado este tramo, puedes quedarte en el sofá y esperar a que las alarmas de Koubachi te avisen de cuándo tus plantas necesitan agua. Porque es mejor no negar la evidencia: si tuviéramos que guiarnos por la cantidad de plantas que se mueren en nuestras manos, no nos darían el carnet de paternidad a ninguno de nosotros.
3. Amen. Bienvenidos al particularísimo mundo de una de las aplicaciones más freaks con las que nos hemos topado en nuestras ya largas historias con el iPhone. El funcionamiento de Amen es sencillo a la par que adictivo: lo único que puedes publicar frases del tipo “X is the best / the worst X” y esperar a que tus amigos voten con un “Amen” o con un “Hell No!“. Nada más. Y nada menos. Las únicas dos pegas que se nos ocurren es que sólo está disponible en inglés (por ahora… o eso esperamos) y, sobre todo, que la gente no se ha enterado todavía de su existencia y no tenemos casi amigos a los que endilgarles “amen” y “hell no!” a espuertas. ¡Anímate!