Poco a poco, Contra se está convirtiendo en una editorial infalible e imprescindible en lo musical (también en otros ámbitos como el deportivo, pero el musical nos toca especialmente). Desde su fundación, esta editora ya ha publicado libros del tamaño de «Yo Fui El Camello de Keith Richards«, «Bonnie ‘Prince’ Billy por Will Oldham» o la lectura obligada del muy fascinante «Todos Te Quieren Cuando Estás Muerto» de Neil Strauss… A las que viene a sumarse ahora, sin lugar a dudas, uno de esos libros que todo aficionado a la música (y todo aspirante a crítico) ha de tener en su librería: el «Mistery Train» que Greil Marcus publicó en 1975 refrendando el rock’n’roll como muchísimo más que un arte menor. Gracias a su visión, la música popular norteamericana pasó a una nueva esfera de sentido en la que sus grandes artistas y creaciones pudieron compararse con las operas magnas de otros cuerpos culturales clásicos como la literatura, el teatro o las bellas artes.
«Mistery Train«, bajo el preclaro subtítulo de «Imágenes de América en la música rock & roll«, toma a seis artistas diferentes y traza a partir de ellos un mapa en 3D de la historia musical yanki: Harmonica Frank (encarnación viva del espíritu blues del pasado primigenio del rock’n’roll), Robert Johnson (el hombre que acercó el blues al diablo… o a la inversa), The Band (y su aportación al rock desde las raíces norteamericanas), Sly & The Family Stone (con su perdurable sentimiento de comunidad), Randy Newman (perseverante luchador por la libertad musical sin barreras) y, por encima de todos, el rey que no necesita presentación alguna: Elvis Presley. Pero, desde la primera edición de»Mistery Train» en 1975 mucho ha llovido, así que se agradece que esta edición de Contra sea la más completa hasta ahora, con un segundo tramo en el libro en el que Marcus actualiza de forma exhaustiva la discografía de los artistas mencionados. De hecho, la de Contra es la edición más completa hasta la fecha, con anotaciones añadidas por el autor en exclusiva para su lanzamiento. Por esto (y por muchas otras razones), Contra se ha convertido en una editorial infalible e imprescindible en lo musical.