Blackie Books publica “El Niño Que Sabía Hablar El Idioma De Los Perros”, la historia (real) de un niño que cambió tres veces de nombre y vivió bajo demasiadas banderas.
“El Niño Que Sabía Hablar El Idioma De Los Perros” es una novela protagonizada por Julek, un niño que desde el principio deja bien claro que su historia es bastante extraordinaria: “De pequeño, tuve unos padres. Y también un tío y una tía. Luego me metieron en el orfanato. Entonces, vino la guerra, igual que para todo el mundo. Después de la guerra, tuve unos padres. Y también un tío y una tía. Pero ya no eran los mismos“. Julek cambia de nombre un total de tres veces, viaja por toda Europa y, en general, vive las consecuencias del fanatismo de varias banderas. Demasiadas.
Pero lo historia de Julek no está explicada en clave de drama: el tono de “El Niño Que Sabía Hablar El Idioma De Los Perros” es tierno, triste y cómico a la vez gracias a que la mirada del protagonista es precisamente así: más proclive a la ternura y la comicidad que al drama al que bien podría abandonarse viviendo todo lo que vive. Pero, ¿sabes qué es lo mejor de la historia de Julek? Que no es una ficción salida de la mente de un buen cuentacuentos: es simple y llanamente la historia verdadera del padre de Joanna Gruda.
Harta de tener que emplear un tiempo demasiado extenso cada vez que alguien le preguntaba por la historia de su padre, Gruda decidió dejarla por escrito en este “El Niño Que Sabía Hablar El Idioma De Los Perros” que ahora publica en nuestro país Blackie Books. Dicen desde la editorial que el libro está a medio camino entre “El Diario de Ana Frank” y “La Vida es Bella“, y que también remite a clásicos héroes infantiles como Huckleberry Finn o Tom Sawyer. Y a nosotros nos parece que, por una vez, estas referencias tan grandilocuentes van a estar más que justificadas.