Además de director, escritor y poeta, Pier Paolo Pasolini también tuvo tiempo de ser polemista deportivo, tal y como recoge el tomo “Sobre el Deporte”.
“Soy tifoso del Bolonia. No tanto porque haya nacido en Bolonia, sino porque volví a Bolonia (tras largas estancias, épicas o épico-líricas, en el valle padano) con catorce años y empecé a jugar al balón (después de haber despreciado tanto ese juego, yo que amaba jugar solo a la guerra). Todas las tardes que pasé jugando al balón en los Prados de Caprara (jugaba seis y siete horas seguidas, sin interrupciones: extremo izquierda, por lo que mis amigos me llamarían, unos años después, «Stukas» —dulce y sombrío recuerdo—) fueron indudablemente las tardes más bellas de mi vida“… Así hablaba en primera persona Pier Paolo Pasolini de una de sus grandes pasiones: el fútbol.
Y cualquier que conozca mínimamente la figura de Pasolini sabrá lo que viene a continuación: si hubo un pensador que supo convertir sus pasiones en polémica ese fue precisamente este director, poeta, novelista, ensayista y, en general, hombre más grande que la vida misma. De esto va precisamente “Sobre el Deporte“, el tomo que edita ahora la editorial CONTRA y en el que se recopilan todos los artículos deportivos que Pasolini publicó durante su vida, desde finales de los 50 hasta principios de los 70 (cuando fue asesinado), en los que deja al descubierto desafiantes ideas sobre fútbol, boxeo, ciclismo e incluso sobre las Olimpiadas de Roma del año 1960.
“Sobre el Deporte” se cierra con dos textos igual de necesarios: por un lado, una entrevista publicada de forma póstuma escasos días después de su triste final; y, por el otro, un postfacio en el que el responsable de la traducción de este tomo, Javier Bassas Vila, pone muchos puntos sobre las íes en lo que a Pasolini y el deporte respecta. ¿No te parece maravilloso que una mente como la de Pier Paolo Pasolini nunca deje de sorprenderte con temáticas inesperadas?