Peligro en el ambiente… Y es que todo este rollito de «novelas para jóvenes adultos» («young adults«, que los llaman en el mercado anglosajón) empieza a salirse de madre. Está muy bien que J.K. Rowling triunfe con su «Harry Potter«, pero no olvidemos que esta saga recoge el testigo (y baja el listón) de lo que en su día hicieron Tolkien y Lewis, entre otros. Así que, hoy por hoy, parece que cualquiera puede escribir un pelotazo y colárselo a los pobres «young adults» (que, a tenor de lo visto, no tienen criterio alguno a la hora de engancharse a elefantiásticas sagas de novelas): desde el niño de 17 años que se propone bordar una historia que le ocupará 17 libros y medio… hasta el escritor oportunista que se suma al carro a pesar de tener una carrera a sus espaldas. Este último es el caso de John Grisham, célebre por sus dramas judiciales: el siguiente paso en la carrera del autor va a ser trasladar ese mismo rollo a una trama young-adults-friendly. El debut de la saga se llamará «Theodore Boone: Kid Lawyer» y ya tiene confirmado una continuación (de hecho, el escritor tiene contrato para dos libros con Penguin Young Readers Group). Miedo da… Y no es precisamente porque la trama vaya a ser de terror.